"Mi primera prudencia humana es dejarme engañar para no tener que estar en guardia contra los engañadores". "La providencia que preside mi destino es no tomar precauciones" "y el que no desee morir de sed entre los hombres, debe saber beber en todos los vasos, y el que quiera permanecer puro entre los hombres debe aprender a lavarse con agua sucia".
Así hablaba Zaratustra.
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Gracias por la medicina de tu palabra